Espiritualidad familiar

Rezar juntos en familia

A continuación se presentan algunas herramientas y recursos gratuitos para la oración familiar en casa, incluyendo presentaciones ofrecidas por la Oficina de Matrimonio y Vida Familiar, descargas e imprimibles, aplicaciones y recursos en línea, y herramientas para familias con niños.

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Pensamientos, sentimientos y acciones

¿Cómo emplea su tiempo? ¿Y cómo influyen tus actividades en tus pensamientos, sentimientos y acciones? El Inventario de Registro de Tiempo le permite realizar un seguimiento de sus actividades y de sus correspondientes pensamientos, sentimientos y acciones. Prueba a utilizar esta herramienta durante una semana para descubrir cualquier pauta que pueda existir en la forma en que empleas tu tiempo, de modo que puedas discernir en oración cómo Dios puede estar llamándote a vivir tu vida de forma más pacífica, gozosa y fructífera.

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Encontrar la calma

Una presentación de la Oficina de Matrimonio y Vida Familiar de la Arquidiócesis de Seattle

Encuentra formas prácticas de llevar la paz y el equilibrio a su hogar. Aprenda a aplicar las prácticas básicas de la regla de vida de San Benito para cultivar la estabilidad, el equilibrio y la paz en el hogar para familias de todos los tamaños y edades.

Toda la presentación se ha grabado en una serie de seis segmentos que pueden verse en streaming a continuación.

También puede informarse sobre la posibilidad de llevar esta presentación a su parroquia o escuela.

¿Por qué podrían aplicarse estos antiguos principios monásticos a la vida familiar moderna?

Las tradiciones monásticas benedictinas se basaban en la Regla de San Benito, un libro de preceptos escrito por San Benito de Nursia en el año 516. Benito escribió este libro para ayudar a guiar a los monjes que vivían en comunidad durante su época. Ha sido utilizado por la comunidad benedictina durante siglos, pero sus valores siguen siendo relevantes hoy en día.

Benedicto vivió en Italia durante una época de gran caos. El Imperio Romano se había desintegrado. Roma cayó en manos de los bárbaros en el año 410 y fue saqueada de nuevo en 455. Rómulo Augústulo, el último emperador, fue depuesto en 476. Teodorico de los ostrogodos mantuvo la paz durante un largo reinado (493-526), pero a su muerte el emperador oriental Justiniano intentó recuperar Roma, y durante el resto del siglo VI la guerra fue constante, ya que otras tribus bárbaras invadieron la península itálica.

En aquellos años de luchas, la Regla de San Benito ayudó a crear comunidades en las que los monjes vivían en armonía unos con otros. Los monasterios se convirtieron en lugares donde los monjes podían vivir en comunión con los demás y crecer en su propia fe. Por sus beneficios, la Regla de San Benito se convirtió en el fundamento de la vida monástica a lo largo de los siglos. Y ahora, en los tiempos modernos, también puede servir de base para una vida hogareña pacífica y llena de fe.

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Ir a misa en familia

Una presentación de la Oficina de Matrimonio y Vida Familiar de la Arquidiócesis de Seattle

"¿Realmente tenemos que ir?" es una presentación que ofrece una perspectiva compasiva de los desafíos de llevar a los niños a misa. Los padres serán animados y aprenderán estrategias útiles para ayudar a que la misa dominical sea menos estresante y más gratificante.

Haga clic a continuación para solicitar información sobre cómo llevar esta presentación a su parroquia o escuela.

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Algunas cosas que conviene recordar

Participar en misa es una de las mejores cosas que podemos hacer por nuestra familia. Pero, como tantas cosas que nos hacen bien, ir a misa en familia no siempre es fácil y no siempre nos apetece hacerlo. Sin embargo, la Iglesia nos dice que "la Eucaristía dominical es el fundamento y la confirmación de toda práctica cristiana." (CIC 2181)

  • Padres, nunca nos arrepentiremos de haber llevado a nuestros hijos a misa. Es les llevará, y nos llevará, a Jesús. A la hora de asumir este importante deber, recuerde lo siguiente:
  • Sus feligreses le agradecen que traiga a su familia a misa. Saben que sus hijos son el futuro de la Iglesia y serán pacientes con los retos ordinarios que los niños presentan en misa.
  • Comprométase usted mismo y enseñe a sus hijos a participar en las oraciones y cantos. Así es más fácil estar atento.
  • Sentarse cerca de la parte delantera o cerca de un pasillo a veces puede ayudar a los niños a ver lo que está ocurriendo y facilitar que presten atención.
  • Explicar lo que ocurre en misa puede ayudar a los niños a prestar atención. Sólo recuerda mantener la voz baja mientras estés en el Santuario.
  • A veces, dar un pequeño paseo puede ayudar. Si a su hijo le cuesta mantener la compostura, no dude en llevarle al vestíbulo o al exterior para que se tome un pequeño descanso. Esto les da la oportunidad de moverse y recuperar la compostura. También puede ser útil si tu hijo se estaba volviendo demasiado ruidoso.
  • Las recompensas pueden ayudar. Si tu parroquia ofrece café y donuts después de misa, lleva allí a tus hijos como recompensa. Es una buena manera de recompensarles y de presentarles a otras familias y feligreses.

Nos alegramos de que esté aquí. Incluso cuando tus hijos tienen un mal día, tu familia es un regalo para la Iglesia.

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