"Un cristiano corresponsable es aquel que recibe los dones de Dios con gratitud, los aprecia y los cuida de una manera responsable, los comparte con justicia y amor con los demás y los devuelve con intereses al Señor".
~ Carta pastoral de la USCCB sobre corresponsabilidad.
Hacer clic aquí para leer el mensaje del Arzobispo Etienne sobre la espiritualidad de la corresponsabilidad.
¿Qué es exactamente la corresponsabilidad?
Cuando se trata de la Corresponsabilidad, Dios está más interesado en nuestro corazón. Haga clic aquí para ver el mensaje del Obispo Schuster sobre el significado de la Corresponsabilidad.
En pocas palabras, la corresponsabilidad es la respuesta de un discípulo, una respuesta basada en la gratitud. Y esa gratitud en nuestro corazón por todas las bendiciones de Dios es lo que se extiende a todos los aspectos de nuestra vida. Cultiva nuestra vida de oración, nuestra vida de servicio y cómo compartimos nuestros recursos financieros.
Estar agradecido es unaacción . Y es la acción de dar libremente desde un sentido de profunda gratitud lo que forma la base fundamental de la corresposabilidad cristiana. Se trata de vivir esa gratitud a través de las cosas simples que hacemos todos los días. Cuando tomamos conciencia de lo bendecidos que somos a diario, nos resulta más fácil querer bendecir a las demás personas en nuestras vidas.
El verdadero objetivo de la corresponsabilidad es ser un testigo más vibrante en el mundo. Y este objetivo sirve para involucrarnos y energizarnos a nosotros, y a todos los católicos, para el servicio, comenzando en la familia y luego extendiéndose al mundo en general. Nos ayuda a observar nuestras vidas las 24 horas del día, los 7 días de la semana, como una oportunidad para servir al Señor y reconocer el lugar de Dios en nuestras vidas. Nos mantiene enfocados en lo que tenemos, no en lo que no tenemos.
¡Todo lo que tenemos es un regalo!
Sobre esta premisa se construye la base de la corresponsabilidad. Nuestra vida, nuestras propiedades, nuestra salud, nuestros talentos, nuestro dinero, todos son regalos de Dios. Y estamos llamados a compartir esos dones, no en una sola acción, sino como un estilo de vida . ¿Y qué significa compartirlos como forma de vida? Significa que reconocemos, por nuestra fe, que todo lo que tenemos y todo lo que somos es un regalo de Dios. Es una forma de vida que dice "Sí" a lo que Dios te ha confiado.
En pocas palabras, es nuestra respuesta a la abundante generosidad de Dios. Es una expresión de nuestro discipulado.
Y su parroquia es donde comienza. Al acercarse a través de un ministerio en su parroquia que le apasione y le desafíe a crecer, puede dar un paso en su camino de fe y decir "Sí" a un estilo de vida de corresponsabilidad. Esperamos que dé ese paso hoy.
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