Gestión de la tecnología
El uso saludable de la tecnología empieza en casa
Cuando ayudamos a nuestros hijos a cultivar una vida de fe sólida, les estamos preparando para ser menos vulnerables a desarrollar apegos malsanos a cosas como las pantallas. A continuación se presentan algunos recursos de la Oficina de Matrimonio y Vida Familiar para ayudar a su familia a manejar la tecnología y poner la fe en primer lugar en el hogar.
Grandes conversaciones
El vídeo Great Conversations fue creado por la Oficina de Matrimonio y Vida Familiar de la Archidiócesis de Seattle como un recurso para los padres que educan a sus hijos en la era de la tecnología. Ofrece consejos útiles para dar cabida a Dios en el hogar y en el corazón de los miembros de nuestra familia, especialmente de nuestros hijos.
También puede descargar la
Hoja de trucos para grandes conversaciones
para ver los pasos prácticos que puedes dar para ayudar a tus hijos a crecer en su relación con Dios y con los demás. También encontrará útiles temas de conversación que podrá utilizar cuando hable con sus hijos sobre su fe.
Deja espacio a Dios
¿Qué significa dejar espacio a Dios?
Significa limitar intencionadamente nuestro tiempo con los dispositivos para poder disfrutar de más tiempo con Dios y con los demás.
Significa elegir desconectar de las distracciones para poder volver a conectar con nuestra fe y nuestra familia.
Significa reservar tiempo para alejarnos de la tecnología, de modo que podamos dirigir nuestro corazón más plenamente al Señor.
Cómo manejar la tecnología
Una presentación de la Oficina de Matrimonio y Vida Familiar de la Arquidiócesis de Seattle
Domando la tecnología es una presentación que ofrece maneras prácticas de manejar el tiempo de pantalla en el hogar y hacer espacio para Dios en tu vida. Los padres aprenderán estrategias útiles para enseñar a sus familias a utilizar la tecnología de forma saludable.
Descargue nuestro
recurso gratuito
para empezar a crear un enfoque más equilibrado de la tecnología en tu hogar.
Haga clic a continuación para solicitar información sobre cómo llevar esta presentación a su parroquia o escuela.
Primero Dios, luego las personas, luego las cosas
En Sobre la doctrina cristiana, San Agustín enseña que Dios nos hizo para las relaciones y que nuestra salud espiritual depende de que tengamos claras nuestras prioridades en lo que se refiere a tres tipos de relaciones:
- Con Dios, a quien debemos amar sobre todas las cosas. Esta relación define y ordena todas las demás relaciones de nuestra vida.
- Con las personas, a las que deberíamos amar por su propio bien. Estas relaciones deben ordenarse por orden de prioridad en función de su cercanía a nosotros y de cómo Dios nos ha llamado a cuidar de ellas (cf. Libro 1 #28)
- Con las cosas, que se pueden utilizar. Podemos utilizar la creación, pero siempre con una reverencia que reconozca que lo que Dios creó es bueno y debe ser administrado con cuidado.
Nuestra fe nos ayuda a tomar conciencia de la presencia de Dios en nuestras vidas y a crecer en nuestra relación con Jesús, que nos redime y santifica de un modo que nunca podríamos conseguir por nosotros mismos.
En última instancia, como padres, lo mejor que podemos hacer por nuestros hijos si queremos que dejen de lado apegos malsanos a cosas como las pantallas en favor de buenas relaciones con Dios y otras personas es ayudarles a crecer en la fe. Comprendiendo la fe, participando en los sacramentos, siguiendo los mandamientos y aprendiendo a rezar, crecemos en nuestra relación con Dios y con los demás.