Basado en nuestra creencia en Jesucristo y en las enseñanzas católicas, el Ministerio de Inmigrantes y Refugiados cumple con el compromiso de los obispos católicos de Estados Unidos de proteger la vida y la dignidad de la persona humana. Servimos y defendemos a los inmigrantes, refugiados, asilados, migrantes, niños no acompañados y víctimas de la trata de personas. Para saber más, haga clic aquí.